jueves, 21 de febrero de 2013

Reacciones de los bogotanos

Comprensa consultó a varios bogotanos para conocer su opinión acerca del nuevo modelo de recolección de basuras en la ciudad.
En general, consideran que la administración Distrital ha improvisado con el nuevo esquema y ha generado un aumento innecesario por la compra de volquetas y el alquiler de camiones para la basura, que bajo el anterior esquema ya estaban comprados por los operadores privados.
Además, no faltaron quienes critican las debilidades del proceso de reciclaje y su reinserción industrial.
Con el objeto de analizar y evaluar la situación del servicio público de aseo en la ciudad de Bogotá, este martes 19 de febrero se realizará en la Comisión Sexta del Congreso un debate de control político citado por el Senador Carlos Alberto Baena del Movimiento Político MIRA.
Según el senador Baena por ser la prestación del servicio de aseo un tema de ámbito nacional este no resolverse de manera pronta, ya que llevaría a la capital del país a una inevitable crisis de salud pública.
A la dilingecia legislativa fueron citados, el Alcalde Mayor, Gustavo Petro Urrego; al Ministro de Ambiente, Juan Gabriel Uribe; el Superintendente de Servicios Públicos, Cesar González Muñoz; la Directora Ejecutiva de la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico, Silvia Yepes; y el Gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, Diego Bravo.

Es incierta la suerte de la flota nueva de vehículos que llegará entre abril y junio.

Al modelo de recolección de basuras en Bogotá, puesto en marcha por la Alcaldía hace un mes y dos semanas, en medio de tropiezos, críticas e investigaciones, le acaban de surgir dos nuevos inconvenientes, que están siendo indagados por los organismos de control (lea más noticias sobre el nuevo esquema de aseo en Bogotá).

El primero tiene que ver con la suerte que correrá una flota de 278 carros nuevos de aseo que adquirió la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB), el pasado 13 de diciembre, por 65.825 millones de pesos. Dicha compra, realizada mediante licitación pública, fue adjudicada a Daewoo-KMA y Navitrans S.A.S.

Estos vehículos (compactadores, barredores, volquetas, entre otros) se fabrican en Corea y Brasil y serán entregados al Distrito entre abril y junio. Cuando la EAAB proyectó la compra de esa flota, hacia noviembre del año pasado, la idea era que el operador público (Aguas de Bogotá) asumiera el 100 por ciento del servicio de recolección de basuras.

Sin embargo, el 18 de diciembre, cuando arrancó el nuevo modelo, Aguas de Bogotá fue incapaz de asumir el servicio de aseo en toda la ciudad, con 461 volquetas y 4.224 operarios, y el Distrito se vio en la obligación de salir a contratar nuevamente a los privados.

Hoy, Aguas de Bogotá cubre el 30 por ciento del territorio y los privados el restante 70. Hacia junio, cuando llegue la flota nueva, el operador público tendrá el 52 por ciento.

Por esa razón, los investigadores de los organismos de control ya se preguntan qué hará el Distrito con la totalidad de esos vehículos nuevos, si se tiene en cuenta que solo necesitará una parte para cubrir ese 52 por ciento y así reemplazar las volquetas y los polémicos compactadores de segunda, alquilados en Estados Unidos, que no han sido recibidos por fallas técnicas.

"No los podrán usar y esos vehículos nuevos, por cada día que pase, se irán depreciando. El Distrito perderá parte de dicha inversión", advirtió un investigador de un organismo de control.

Ayer, funcionarios de la Administración le respondieron a EL TIEMPO que se piensa en la posibilidad de alquilarles esos vehículos a los operadores privados. No obstante, consultados por este diario, ellos anunciaron que no están obligados a eso e incluso expresaron dudas sobre las características técnicas de la flota que viene en camino. Dejaron en claro que, si los alquilan, tendrá que ser a precios económicos.
Contratos, sin término fijo
Por otro lado, los organismos de control examinan con lupa tres de los cuatro contratos de basuras suscritos con los privados, el 18 de diciembre, entre la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp) y Ciudad Limpia, Aseo Capital y Lime. A los investigadores les ha llamado la atención que el plazo de finalización no es concreto.

En principio, se habla de "cuando menos un año" y a renglón seguido se dice que se extenderán "hasta que" se adjudique la nueva licitación, un proceso que puede tardar un año o más.

Desde abril del 2010, por ejemplo, la Alcaldía no ha podido estructurar este proceso. "Lo que se espera del Distrito es la planeación. No hay tiempos fijos y los privados podrán seguir un año o dos, pues no hay claridad en este asunto", dijo un funcionario de un organismo de control.

Recordó que, bajo una urgencia manifiesta, dichos contratos solo podían ser firmados por seis meses, de acuerdo con la Resolución 151 del 2001, de la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico (CRA). Ayer, la directora de la Uaesp, Nelly Mogollón Montañez, le dijo a este diario que, aunque el plazo está abierto, "se busca que los contratos no vayan más allá de un año y se adjudique la licitación antes de ese tiempo".

"La resolución de la CRA aplica para prestadores del servicio de aseo y la Uaesp es una entidad descentralizada. El régimen prevalente es la Ley 80 de 1993, donde no se establece la limitante de los seis meses", puntualizó Mogollón.
basura
Ricardo Agudelo, gerente de Aguas de Bogotá, operador público del servicio de aseo en la capital del país, dejó el trabajo con organizaciones sociales y juntas de acción comunal en Fontibón para llegar a apagar un incendio.
En medio de un escandaloso contrato de alquiler de compactadores usados, la salida fugaz de su anterior gerente por no dar los resultados esperados y con una empresa que tiene un saldo en rojo de $5.000 millones por el negocio de la basura, Agudelo es el encargado de alejar a Aguas de Bogotá del abismo financiero y operar el ambicioso plan del alcalde Gustavo Petro de controlar el servicio de aseo en Bogotá y lograr una ciudad limpia.
Entre miles de documentos e informes, y con el apoyo de tres de sus asesores, el gerente de Aguas de Bogotá hace cuentas, cálculos y revela sus cartas a El Espectador, porque dice que ni la empresa ni él tienen nada que esconder.
Asegura que los $5.000 millones a los que el alcalde hizo alusión como pérdidas de la empresa, no son realmente pérdidas, sino una inversión inicial necesaria que será recuperada a través de los ingresos vía tarifa. Asimismo, revela que el contrato entre el Acueducto y Aguas de Bogotá no finalizará en dos meses, sino que se extenderá por lo menos hasta diciembre de este año.
El alcalde dijo que el operador público tiene pérdidas por $5.000 millones por sobrecostos, ¿se puede recuperar ese dinero?
En el control político que se hizo al nuevo esquema de aseo en la Comisión Sexta del Senado, el alcalde dijo que teníamos una diferencia de $5.000 millones, que realmente son $4.791 millones, pero el alcalde redondeó la cifra; además, esta cifra es un estimativo. Estas no son pérdidas. Aguas de Bogotá incursionó en un negocio nuevo y se tuvieron que hacer unas inversiones. Para llegar a esa cifra cruzamos datos de gastos con lo que esperamos recibir por la operación.
A corte de 15 de febrero, ¿cuánto se han gastado del anticipo? 
Desde el 15 de diciembre hasta el 15 de febrero tuvimos gastos por $16.091 millones, castigamos el anticipo, que es el momento más crítico que ha tenido la empresa con el negocio del aseo. No quiero ocultarle a nadie la realidad de la empresa, a pesar de que el balance debe hacerse al finalizar el año.
¿A cuánto ascienden esos ingresos?
A $11.300 millones, vía tarifas.
Usted me dice que van a tener ingresos por $11.300 millones, ¿cómo sabe esta cifra si el Acueducto no ha empezado a recaudar el servicio?
Sí, es verdad. Pero nosotros sabemos cuánto vamos a facturar por la cantidad de toneladas que hemos llevado al relleno sanitario Doña Juana.
¿Cuántas toneladas de residuos sólidos ha llevado Aguas de Bogotá al relleno?
Hemos ingresado 81.000 toneladas, que representan casi el 30% de la basura que genera la ciudad.
¿Cómo son los cálculos que usted menciona?
Desde el 18 al 31 de diciembre del año pasado alcanzamos a obtener recursos por $3.300 millones. Fue un período particular, porque en 13 días hicimos prácticamente lo que se nos paga por una zona. Desde el 1° hasta el 21 de enero tuvimos la mitad de dos zonas, con el 18% de la ciudad. Pero del 22 al 30 de enero fue del 32%, eso nos lleva a que facturáramos $4.600 millones.
En febrero tenemos una particularidad, y es que como el corte lo hicimos al 15 de este mes, lo facturado es de $3.400 millones en las dos zonas y por 15 días. Creemos que del 15 al 30 de este mes se tendrán ingresos por $3.400 millones. Es decir, que por febrero los ingresos serán de $6.800 millones.
En marzo se tendrán los mismos ingresos que los obtenidos el mes anterior, pero con una particularidad: menos gastos, ¿por qué? Porque saldrán volquetas y entrarán los compactadores y las barredoras. Estas últimos nos generan ahorro, se va a tener a la ciudad más limpia, pero eso implica más gastos.
¿Qué pasará en abril?
Sucederán dos hechos importantes: llegará la nueva flotilla de equipos compactadores y tendremos una tercera zona, que es la número dos y comprende las localidades de Fontibón y Engativá, lo que quiere decir que saldrá un operador privado, Atesa.
Desde el 22 de abril en adelante, que es lo que decía el alcalde, se quiebran las diferencias de gastos e ingresos. No sólo se empezará a recuperar la inversión, sino que vamos a tener utilidades. Vamos a alcanzar más de $11.700 millones de ingresos, porque la zona dos recibe el 20% del total de la facturación de la ciudad. Al primero  de julio espero no tener ninguna compactadora o volqueta alquilada. Los gastos que vamos a tener en equipos serán de mantenimiento, combustible y depreciación de la flota nueva. Calculo que serán cerca de $2.000 millones.
Usted habla de abril en adelante, pero el contrato entre Aguas de Bogotá y el Acueducto finalizará en abril…
Como mínimo esperamos estar hasta diciembre.
Se tiene entendido que Aguas de Bogotá empezó a prestar el servicio de poda de césped sólo hasta la semana pasada, ¿es decir que el Acueducto va a descontar el valor del servicio por el tiempo que no fue prestado?
Nosotros empezamos a prestarlo con toda la tecnología desde hace más de una semana. Pero siempre lo hemos hecho y llevamos 400 kilómetros intervenidos.
Como la empresa sólo tiene el 30% de la operación, ¿se reducirán los $116.000 millones que es el valor del contrato con el Acueducto?
Se tiene que reajustar, claro. Porque además ya sabemos que vamos como mínimo hasta diciembre. Estamos en el proceso y creo que en estos días eso estará listo. Hay unas acciones que existen y una de ellas fue la decisión del 22 de diciembre de contratar a los privados y eso afectó el contrato con Aguas de Bogotá y eso no se hizo a espaldas de la empresa, se hizo públicamente y esto trajo consecuencias.
A propósito de los camiones usados, ¿ya se firmó el otrosí que establece el valor del combustible y el mantenimiento?
No voy a firmar ningún otrosí. Se pensó en firmar dos: uno es para aumentar a 10 el número de la flota, es decir, vamos a pasar de 60 a 70 compactadores. Y el otro es el del mantenimiento. No voy a firmar ninguno de los dos porque había una condición y era que se cumpliera a satisfacción la primera entrega de los compactadores.
¿Cuánto le costará al Distrito la operación de cada uno de los compactadores usados, sumándole el precio del alquiler ($25 millones), el mantenimiento, conductores y combustible?
En el contrato se estableció que el precio del compactador correspondía a su alquiler y al mantenimiento correctivo,  ya que nosotros tenemos que  contratar el mantenimiento preventivo. Hay que reconocer que, durante este lapso de operación,  ellos han pagado el mantenimiento preventivo e inclusive el combustible, mientras que nosotros hacemos el proceso de contratación y la escogencia del mejor oferente. Y eso debemos reconocérselos. Y también estaba establecido que los conductores los ponían ellos, pero los estamos pagando nosotros porque nosotros yateníamos personal suficiente.
¿A pesar de que ellos debían incurrir en ese gasto?
Sí, pero era un costo mayor y que no estaba estimado en el contrato.
¿Por qué se multó sólo con $50 millones al contratista de los compactadores usados? ¿Por qué no terminar el contrato?
Las multas están preestablecidas por el contrato. Los primeros 20 compactadores llegaron graneados y no fue que ellos me los entregaran, sino que los recibí después de hacerse miles de pruebas, y esos días también contaron. Los de la Unión Temporal argumentaron actos de autoridad, que la prensa no ha querido investigar. Para terminar el contrato tengo que declarar incumplimientos sucesivos, pero los contratistas han corrido y cumplieron con la siguiente entrega. Pero la verdad, y se lo digo honestamente, a mí y a la empresa no nos conviene terminar el contrato. Mientras tenga más compactadores puedo sacar más volquetas, que su alquiler vale más que el de un compactador y recogen menos y se necesitan más recorridos.
Usted me asegura que la empresa tiene un plan para abaratar costos, ¿cuál es?
No puedo hablar mucho de eso, pero tenemos una estrategia para que existan menos traslados de los residuos sólidos al relleno y para eso necesitamos estaciones de basura. También queremos que con los mismos costos del servicio los recicladores se conviertan en operadores. Pero todo esto se está diseñando aún.
Al llegar a la gerencia ¿Cómo encontró los estados financieros de Aguas de Bogotá?
Encontré una empresa con un buen músculo financiero y con un gran respaldo no sólo del Acueducto sino también de la Alcaldía. Sentí que toda la administración estaba concentrada en un único propósito. El gran músculo que tiene esta entidad es  el Acueducto que es una empresa con suficientes recursos y con experiencia.  Cuando yo llegué ya existía un convenio firmado con  el Acueducto y unos recursos girados.
Había un proceso sólido y con un buen sistema de control: una fiducia donde se depositaron los recursos, una supervisión e interventoría del contrato. Encontré la vinculación de 4.234 personas para el tema de aseo más los otros trabajadores que se encargan del resto de proyectos que tiene la empresa. Cuando llegué ya el Acueducto había hecho la licitación de la flota nueva y Aguas de Bogotá ya tenía los contratos de arrendamiento de compactadores y volquetas. LO primero que hice como gerente fue renegociar los dos contratos de alquiler de compactadores usados, lo que terminó en la terminación de uno de ellos y la reducción del valor del otro.
El contralor distrital, Diego Ardila, le dijo a este diario que Aguas de Bogotá es una empresa inviable financieramente…
El modelo de la empresa es interesante porque trabaja por proyectos. No es una estructura como tal, en la medida que existen proyectos se vincula personal y se inyecta recursos, es muy flexible, adaptable, es un buen modelo. Nosotros no somos la niña boba de la administración, creo que es una buena propuesta. Lógicamente ha tenido proyectos difíciles que van más allá de lo técnico.
El anterior gerente Mario Álvarez no salió muy bien de la empresa…
Yo no puedo descalificar el trabajo de alguien y valoro mucho los esfuerzos que en la empresa se hicieron y se están haciendo.  Lo que tengo que decir es que encontré una entidad que se mete en un negocio nuevo y que sufrió lo mismo que otros entes territoriales de Colombia y el mundo  cuando se atreven a dar el salto de prestar directamente el servicio de aseo. Encontré una situación irregular, porque lo regular es que el servicio se esté prestando a cabalidad. A lo largo del tiempo, y comparando con otras ciudades de  Colombia y el mundo, para no irnos tan lejos: Quito, en donde ocurrió lo mismo que en Bogotá. En la capital de Ecuador, diez días antes de que el operador público empezara a trabajar, los operadores privados dejaron de recoger la basura. Es más parece como si los privados de Quito fueran los mismos de Bogotá.
¿Entonces, según usted,  los culpables del fracaso de Aguas de Bogotá el 18 de diciembre fueron los privados y no la empresa?
Si usted mira las estadísticas entre 2010 y 2012, se da cuenta que hay disminución de recolección de residuos sólidos días antes del 18 de diciembre y el único que tuvo en cuenta eso fue el vicepresidente Angelino Garzón.  El 17 de diciembre los operadores dejaron de recoger la basura antes de las diez de la noche.  Lo que sucedió el 18 fue provocado.
¿Por qué?
Mientras que en los primeros 17 días de diciembre de 2011, los privados ingresaron al relleno 114.770 toneladas de basura. En los primeros 17 días de diciembre de 2012, llegaron al relleno sólo 107.911 toneladas. Es decir que 6.850 toneladas dejaron a ingresar a Doña Juana, lo que significa que a Aguas le tocó recoger esa cantidad de residuos sólidos.  Y a esto se suma a que dos empresas, Lime y aseo Capital, dejaron de recoger más residuos.  Y tengo las cifras: En 2011, Lime ingresó al relleno 67.194 toneladas, mientras que en 2012 fueron 55.755 toneladas, es decir que hay una diferencia de 11.493 toneladas. Aseo Capital: en 2011, ingresaron 61.979 toneladas, mientras que en 2012, sólo entregó al relleno 47. 242 toneladas, la diferencia es de 14.737. Esto no es nuevo, sucedió en Quito y le significó un costo político al alcalde, bajando su popularidad 15 puntos.  En Bogotá, los operadores privados no pensaron en ciudad.
¿Y cuál sería la autocrítica para Aguas de Bogotá?
A la empresa le faltó prever  el accionar de los operadores privados en el proceso de transición.
Aguas de Bogotá replicó el modelo que venía implementando los privados ¿Por qué la empresa no utilizó el rediseño del servicio de aseo elaborado por la firma GIMA, en cabeza de Darío Beltrán, que fue contratado por el Acueducto?
El rediseño presentado por GIMA es muy bueno. Sin embargo es un rediseño para toda la ciudad, y al principio tuvimos el 18% y ahora el 30%. Es imposible aplicarlo solamente para dos zonas, hubiera sido fundamental si tuviéramos el 100% de las zonas.
¿Cuántas localidades tiene Aguas de Bogotá a su cargo?
Empezamos con cinco, hoy tenemos 10. En las dos zonas tenemos 230 puntos críticos de basura, vamos a hacer alianzas con entidades del Distrito porque son sectores de la ciudad, por ejemplo, que tienen problemas de iluminación o se necesita el cerramiento de lotes. Ese trabajo va a ser conjunto con organizaciones sociales y juntas d
La concejala Maria Victoria Vargas denunció que usted se había subido su sueldo en $5 millones
Yo tomé eso con plena tranquilidad porque, primero, ese aumento salarial se hizo antes de que yo llegara al cargo, tengo las actas que así lo demuestran y, segundo, porque el aumento me parece justo y nada exorbitante. Cualquiera puede hacer una indagación y preguntar cuánto se gana un gerente de cualquier empresa.

El cambio en horario de recolección afectó a los recicladores: Nohora Padilla

La vocera de los recicladores afirma que si bien el modelo va avanzando moderadamente, los recicladores se vieron afectados por el cambio de horario en la recolección de basuras.
Varios sectores de la capital amanecieron este martes con la basura en las calles y en los andenes, lo que hizo recordar a la Bogotá de los años 80, cuando el servicio de recolección de las basuras se encontraba en manos de Empresa Distrital de Aseo – EDIS, fortín político de los concejales de aquel entonces. El hecho ha puesto una vez más en el ojo del huracán la idea del Alcalde Mayor de Bogotá Gustavo Petro, de entregarle esta tarea a la Empresa de Acueducto de Bogotá, dándole además una mayor  participación en el negocio al sector de los recicladores.
Desafortunadamente para la administración distrital, los hechos ocurridos en la mañana del día 18 de diciembre parecen darle la razón a quienes desde la otra orilla, han lanzado fuertes críticas contra el proyecto del burgomaestre, pidiéndole una mejor planificación en el tema porque según ellos, “La Empresa de  Acueducto no está preparada para ejercer esta tarea de la noche a la mañana”.
El modelo que comenzó a operar, luego de la finalización de los contratos de los  operadores privados quedó diseñado para que la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB), con su filial Aguas de Bogotá, comparta la responsabilidad de recolectar la basura en la ciudad con la  con ayuda de Ciudad Limpia, que seguiría con el barrido y la recolección de las basuras en Bosa y Kennedy, tras acordarse un nuevo contrato directo entre esta empresa y la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp), estimado en 48 mil millones de pesos. De esta forma, el Acueducto y su filial se encargarían de cubrir  el servicio cuatro de las seis zonas de la ciudad. Las dos excluidas son las de los contratos con Ciudad Limpia y con Atesa.  Esta última atiende Engativá y Fontibón y su contrato vence este 22 de diciembre, y al parecer habría posibilidades de que esta  continúe en su zona, mientras que con Lime y Aseo Capital.
El Distrito inició la operación  de recolección  de basuras con  479 volquetas, 1.500 operarios uniformados de verde y 36 inspectores.  Luego ingresarán las 160 compactadoras alquiladas en Estados Unidos.